jueves, 8 de mayo de 2014

Empezar con el rol dirigiendo

Aún recuerdo, y probablemente recordaré siempre mi primera partida de rol. Fue hace años, yo me empecé a interesar por eso del rol, y conseguí hacerme con el Aquelarre, que era para lo único que me dio la economía.
Bueno, pues me dediqué a leerme el manual y conseguí convencer a unos amigos para probar aquello, se hicieron los personajes (yo había hecho unos cuantos antes para probar) y empezamos a jugar. Eran un grupo de hombres del reino de Castilla que bajo a Granada para llevar a cabo alguna misión (no recuerdo cual); el tema es que nada más llegar era día de mercado, así que decidieron comprar cosas, como armas y demás. Entonces empezaron los problemas: el cambio de moneda. Aquello mató la partida, ante el liazo que montamos decidimos que mejor nos íbamos a jugar a la calle que iba a ser más provechoso; y mi relación con el rol quedó enterrada hasta hace un par de años que volví a interesarme.

Muchas veces he pensado que si hubiese tenido la oportunidad de jugar con alguien que supiese del tema, como hice antes de empezar a dirigir hace pocos años (aunque sólo fue una vez), o si hubiese tenido acceso a internet y todo lo que hay sobre rol hoy en día en la red, o incluso si alguien me hubiese dado unos consejillos todo podría haber sido distinto. Así que voy a poner yo unas ideas que pienso podrían ayudar a los directores novatos, que sí, que muchas ya se han mencionado en otros sitios, que con muchas seguramente no estéis de acuerdo y demás, pero para eso están los comentarios, críticas constructivas.

- Lo primero de todo, que debería ser obvio, pero nunca está de más mencionarlo: esto es para divertirse, si no te diviertes es probable que esto no sea lo tuyo, o que te hayas equivocado de juego, puede pasar; pero nunca olvides esto.

- Si puedes, acude a partidas de gente que tenga algo de experiencia, como jugador o como observador, y fíjate en el director de juego, en cómo reacciona frente a las acciones de los personajes, de qué forma lleva la partida; así tendrás unas referencias para cuando te pongas tu al lío. Intenta hablar con él para que te de algún consejillo, que siempre te vendrá bien.
Si no puedes acudir en persona a una partida, tranquilo, estamos en la era de internet (bendito invento del demonio); buscando un poco podrás encontrar vídeos de partidas, como las de los Rompemitos.

- Personalmente te recomendaría un manual pequeñito y que no tenga muchas tablas, suelen ser más sencillos, y a ser posible aléjate por ahora de juegos indis, ya tendrás tu momento. Hay muchos juegos gratuitos por internet, aunque tendrás que dedicar un tiempo a buscarlos, Edge tiene en su web la Guía de Inicio de Cthulhutech, que está bastante bien. Si no, los juegos de Ludotecnia pueden ser una buena opción, son cortitos y baratos. Saqueadores de tumbas es de los que conozco que quizá podría ser una buena elección.
Pero lo más importante es que la temática, la ambientación del juego, te guste, en el fondo es lo principal.

- Leete el manual, es lo principal, quédate bien con la ambientación y sobre todo presta atención a las reglas. La ambientación seguramente no necesites leerla más de una vez, pero las reglas pueden ser harina de otro costal. Por lo general los sistemas de juego tienen una base, una serie de normas que se repetirán durante la mayoría de las veces, y otras más concretas. Las primeras deberías sabértelas perfectamente, y las segundas lo mejor que puedas, o al menos saber que existen y poder localizarlas rápido. Pero como ya he dicho, esto es para divertirse, y estudiar no es divertido, salvo para algunos privilegiados.

- Busca una aventura para tu primera partida, la mayoría de los manuales básicos traen alguna. Para las primeras veces te recomendaría aventuras que se desarrollen a ser posible en entornos cerrados, es decir, en un edificio o algo así; y que estén bastante guiados. Sí, que no es lo mejor, pero para la primera vez ayuda que esté todo bien encarrilado. A mí personalmente para este aspecto me gusta bastante La Casa de Huéspedes de la Calle Arkham.
Una vez hayas decidido qué aventura vas a montar léela bien, todas las veces que haga falta, hasta que tengas clara la trama, los sucesos principales y, si puedes, todos los detalles.

- Antes de empezar la partida, imagina qué puede llegar a pasar, cómo podrían los jugadores comportarse. Repasa las reglas, mira la hoja de personaje e imagina cosas que podrían pasar, del tipo "el jugador dice que intenta forzar una puerta. Vale, ¿cómo se mira si tiene éxito? Vale, tiene que tirar por esta habilidad, y para eso tiene que tal y tal, y se comprueba si ha ido bien así, etc.". Haz pruebas de combates, de conflictos sociales y todo lo que se te ocurra que pueda llegar a pasar para saber cómo tendrías que resolverlo.

- No te hagas ilusiones, seguramente la primera partida saldrá regular, o pero de lo que te gustaría, pero no te preocupes, es normal, todos hemos pasado por eso, nadie nace enseñado. Lo importante es que lo hagas lo mejor que puedas. No te preocupes si en un momento dado no recuerdas una regla y vas a tardar un rato en encontrarla y leerla, si puedes usar las normas básicas bien, si no invéntate algo que sea razonable; es mejor eso que parar 10 minutos la partida por una regla. Si hay algo de la trama de lo que no te acuerdas, puedes echar un ojo rápido a la aventura, pero si ves que vas a tardar en verlo, invéntate algo, mientras sea acorde a lo que esté pasando, no habrá ningún problema. Y sobre todo, disfruta.
Tras la partida, habla con los jugadores, a ver qué les ha parecido, si han visto algo que podrías mejorar, si algo lo has hecho especialmente bien. Ya cuando llegues a casa seguramente lleves un rato dándole vueltas a la cabeza, recordando en qué has fallado, qué podrías haber hecho mejor, qué se te ha olvidado.
Tranquilo, ¿os habéis divertido? Pues la partida ha salido bien, no perfecta, pero ha salido bien, eso es lo importante, seguramente la siguiente saldrá mejor.

Pues eso, son cuatro tonterías, pero que como digo, si antes de aquella partida de Aquelarre alguien me lo hubiera dicho, seguramente todo habría sido diferente.

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