martes, 7 de enero de 2014
Diario de Campaña: Las Máscaras de Nyarlathotep (Londres - pt. 2)
Atención: Si vas a jugar la aventura, no leas esto, que hay cosas de la trama. Si no, o ya la has jugado, adelante.
Tras las vacaciones navideñas, por fin volvimos a reunirnos para la partida de las máscaras. Londres volvió a acoger a nuestros aguerridos investigadores, a quienes los mantecados y las copiosas cenas navideñas habían pasado factura.
Tras un rato creando a las nuevas incorporaciones, John nosequé y Nancy Nosecuantos (que se pusieron unos apellidos que como para acordarse), el primero detective privado, poseedor de un coche cuyo maletero no tiene nada que envidiar al de los hermanos Winchester y la segunda una enfermera de manicomio de 40 añitos. Ambos se unieron al grupo de una forma algo "forzada": los investigadores buscaron algo de ayuda, porque sí, y dieron con ellos, sin más explicación (no estaba yo tampoco para muchos trotes, demasiadas hojaldradas de chocolate).
Una vez empezada la partida, tardaron lo suyo en decidirse a dónde ir, ya que nadie se acordaba de qué habían descubierto en la última sesión (cosa de un mes sin jugar es lo que tiene) así que poco a poco y con algunos empujoncitos comenzaron a seguir la pista de "La Pirámide Azul". Cuando llegaron las chicas tuvieron que permanecer fuera mientras los chicos entraban dentro.
Una de las bailarinas se acerco a ellos, sin embargo el recién incorporado detective privado decidió que era buena idea coger los billetes que otro cliente le había dejado, por lo que tras recibir una bien merecida hostia los seguratas echaron a los dos a la calle, donde lograron evitar una buena paliza por los pelos.
Mientra, las chicas esperaban en un callejón que daba a la puerta trasera del local, donde se encontraron con Yalesha, quien quedó con ellas al acabar su turno para contarles cosas de una secta.
A media noche se reunieron con ella y les contó que su novio había sido raptado por una secta que se llevaba a la gente en un camión desde el local, y que alguien llamado Tewfik al-sayed tenía que ver con ello.
Los investigadores intentaron primero entrar en "La Pirámide Azul" para ver si encontraban algo de interés, sin embargo no lograron encontrar nada, pero se llevaron las pastitas, que ya que habían echado la puerta abajo no se iban a ir de vacío.
Después se dirigieron a la tienda de especias de Tewfik, donde James Lancaster hizo preguntas bastante directas sobre la expedición Carlyle, lo que provocó que Tewfik le lanzará varios hechizos de absorción de poder que lo dejaron todo un día postrado en cama.
Aprovechando una noche en que el dueño de la tienda salió, entraron para registrar tanto la tienda como la casa que se encontraba en la planta superior, llevándose un espejo bastante extraño y algunas cosas que encontraron en un cajón secreto del escritorio.
Cuando Tewfik volvió a casa y vio que le habían robado, rápidamente convocó a un servidor de los otros dioses, a quien consiguió dominar y mandó en busca de James, de quien estaba seguro era el responsable de aquel vandalismo. La criatura fue hasta el hotel en el que James dormía plácidamente y lo partió en dos con uno de sus apéndices antes de que este pudiese siquiera despertar. Ante el ruido Louise fue a ver qué pasaba, y al ver tal criatura salió corriendo a su habitación, avisando a Clarice, quien se había asomado también al pasillo, de que saliese corriendo. Sin embargo el servidor había visto a Louise asomarse y salió tras ella, acabando también con su vida. Clarice tuvo suerte, y mucha sangre fría, huyendo del hotel y buscando a sus demás compañeros.
Al día siguiente todos fueron a la tienda de especias, donde John, Thompson en mano, acabó con la vida del pobre comerciante.
Y ahí acabo la cosa y nos fuimos a echar unas tapas.
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