lunes, 10 de febrero de 2014

Diario de Campaña: Las Máscaras de Nyarlathotep (Londres - pt. 4 y pt. 5)

Sí, voy a poner dos sesiones juntas, que la cuarta no pude ponerla en su día.

Nuestros "intrépidos" investigadores salieron de la Fundación Phenhew y fueron a investigar el tema del camión que les había dicho la bailarina que salía de la Pirámide Azul llevándose gente. Tras unas horas de espera un camión apareció y metieron a varias personas, y John, que era el único que estaba en el coche, los siguió con sumo cuidado; llegando a una mansión en las afueras.
A la mañana siguiente fueron todos para ver qué podían encontrar ahí. Intentaron acercarse sigilosamente, pero el señor  Cadbury llamó la atención del guardia de la verja, quien no tuvo nada que hacer contra sus patadas noqueadoras (es un boxeador que apenas usa los puños pero que es un máquina con las patadas; curioso cuanto menos).
Tras dejar al tipo en pelotas y atado entre unos arbustos se adentraron en la finca y se colaron en la mansión. Al entrar observaron la gran chimenea, donde descubrieron un par de entradas secretas.
Una de ellas llevaba a una habitación vacía, pero la otra los condujo a una sala de mazmorras, donde pudieron encontrar a dos personas cautivas. Una de ellas era un pobre hombre al que habían apresado para los rituales de la secta, pero el otro era un periodista que había descubierto demasiado y al que planeaban silenciar. Aunque intentaron liberarlos, los investigadores fracasaron en su intento, así que continuaron investigando con la promesa de que volverían a por ellos.

En una habitación al final de las celdas encontraron lo que parecía una especie de estudio en el que encontraron varios pergaminos, estatuas de seres grotescos, algo de dinero y pruebas suficientes para inculpar a Gavigan con las actividades de la secta.
Después decidieron investigar la planta de arriba, donde fueron sorprendidos por los sectarios que ahí se encontraba, saliendo los investigadores corriendo de la finca en dirección a su coche.

John masacrando sectarios
Cuando llegaron John cogió su Thompson y comenzó a disparar a los ocho sectarios que los perseguían, vaciando todo un cargador en sus cuerpos. Después de acabar con la vida de sus enemigos, volvieron a la casa para rescatar a los cautivos y registrar la casa ahora con más tranquilidad, encontrando todo tipo de parafernalia sectaria.
Devolvieron a los hombres que habían rescatado a sus casas, haciéndoles prometer que no irían a la policía.


Al llegar a casa de Ruppert se encontraron con que las autoridades se encontraban en ella, al acercarse se les informó de que habían sido denunciados por el robo del dinero de la caja fuerte de la Fundación Penhew, y al comprobar el dinero que tenía se demostró que los billetes eran los de la serie denunciada.

Al ir a la comisaría a prestar declaración pudieron ver al periodista al que habían rescatado hablando con un agente y cómo otros detenían a Edward Gavigan.


(Aquí no recuerdo cómo, pero se las apañaron para que les dejasen marchar a pesar de lo del dinero.)

A continuación tomaron un tren hacia el condado de Derby y luego un coche de línea hasta Lesser-Edale para investigar la noticia del periódico sobre la bestia que había acabado con varias personas. Cuando llegaron era ya de noche y llovía, por lo que se dirigieron a El Caballo que Ríe, la encantadora taberna de la villa. Ahí intentaron sonsacar información a los clientes, pero no se les ocurrió ninguna forma de aflojarles la lengua.
La bella localidad de Lesser-Edale
A la mañana siguiente comenzaron a investigar hablando con los familiares de las víctimas de los ataques. La mayoría achacaba el ataque a una bestia salvaje, pero Tom Corty, vecino de John Perkins, un leñador musculado y sudoroso que hizo que la mayoría de las investigadora y nuestro amigo el boxeador comenzaran a segregar feromonas, les indicó que había visto a Lawrence Vane venir de dirección de la casa de los Perkins la noche en que Lydia murió.
A continuación se dirigieron al castillo Plum para hablar con los Vane, aporreando la puerta principal repetidas veces hasta que un mayordomo les indicó que se dirigieran a la puerta lateral, que la principal no se usaba. De mala gana aceptó hacer llegar a Sir Vane la petición de una entrevista con ellos.

Esa misma noche comenzaba la luna llena, y a partir de las 12 se comenzó a oír por todo el valle un aullido constante. Los investigadores intentaron seguir el origen del sonido, pero parecía que proviniese de todas direcciones y no lograron dar con su origen. Al día siguiente idearon un plan para entrevistarse con el vicario (más bien se colaron en la iglesia) quien les contó que temía que la criatura siguiese viva, pero tampoco sabía mucho más.
Esa misma noche se dirigieron al castillo Plum, pues sospechaban que alguno de los Vane pudiera el responsable de las muertes. Esperaron junto al castillo hasta que el ruido de una especie de galope los alertó y fueron atacados por una extraña criatura.
La bestia recibió una considerable paliza por parte de los investigadores, pero pudo alejarse sin mayor dificultad. Aunque no pudieron seguir su rastro de huida, pues se adentraba en el bosque, si que pudieron ver de dónde había venido cuando los ataco en junto al castillo; y llegaron hasta los desagües del castillo.
A la noche siguiente se había hecho de un par de cuchillos de plata y de una red, con los que a duras penas y tras casi una hora de combate consiguieron acabar con la bestia, que se convirtió de repente en una joven, llena de puñaladas.
Decidieron esconder en cuerpo en los desagües y volver a la taberna a esperar al día siguiente.

Y ahí se acabó la partida, fue larga y tediosa, ya que estos tenían más ganas de cachondeo y se me dedicaron a ponerme la cancioncita esta durante el final de la partida:


La conclusión: van a sufrir mucho a partir de ahora.

martes, 4 de febrero de 2014

Hasta los Putos Cojones: El Juego de Rol

¿Sabes ese tío tocapelotas que al que le meterías una paliza? ¿Ese jefe cabrón que merece que le revientes la cabeza a golpes? ¿Ese compañero de piso asqueroso al que le querrías pegar un tiro? ¿Ese ministro que cada vez que habla sube algún impuesto o jode al trabajador? Sabes de lo que te hablo ¿verdad? Pues de eso va este juego, de cargarte a esos desgraciados a los que alguna vez has pensado en cargarte; es todo ficción, sí, pero ayuda a desahogarte.


Hasta los Putos Cojones es un juego de rol, o eso pretende, en el que te interpretas a ti mismo, dando rienda suelta a tus instintos asesinos.

Descárgalo aquí y empieza a sesgar las vidas de esos desgraciados que te han tocado la moral.

Edito (05/02/2014): He modificado el documento, se han corregido algunos fallos ortográficos y se ha modificado la maqueta para que quede correctamente doblado, tipo tríptico.